Partido contra uno de los rivales más fuertes del grupo, Leganés, y
en el que partíamos con una base de jugadores corta pero muy comprometida. El
partido se desarrolló con mucha intensidad en ambos lados de la cancha: conseguimos en defensa parar las acometidas rivales y detener su gran y fuerte
juego interior y penetraciones; en ataque no estuvimos igual de acertados, pero
no hay reproche alguno, a veces la pelotita no quiere entrar...y punto.
Estuvimos por delante en el marcador hasta el minuto 35 partido, donde 5
chicos con apenas rotaciones y más de 30 de juego cada uno se derrumbaron
físicamente y unido al acierto exterior del equipo rival hizo que no pudiéramos
llevarnos el partido.
La sensación es bastante buena, me siento muy orgulloso de aquellos que se
dejaron la piel en cada entrenamiento y en el partido pese a la derrota final, y
de un modo más general, cuando se unan a ellos en compromiso, esfuerzo y
voluntad el resto de compañeros estoy convencido de que volveremos al camino ,
no sólo de la victoria, sino de la excelencia.
El resultado:
BALONCESTO LEGANÉS - 40 * MARIANISTAS AMORÓS - 30
Como dijo una vez un maestro: "La fuerza no viene de la capacidad corporal, sino de la voluntad del
alma".
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